domingo, 31 de octubre de 2010

Hito 2.- Transporte en la época colonial.

En la conquista española estos ingresaron a un país cruzado por una compleja red de comunicaciones, el virreinato trajo consigo cierta evolución en el trasporte  debido a que venían equipados con caballos quienes eran los que  permitían que se transportaran de un lugar, el carruaje entre otros como el palanquín que era una silla cubierta llevado por dos o cuatro sirvientes, se trataba de un medio de transporte propio de las mujeres.
Muchas veces el tipo de transporte a utilizar era de acuerdo a la distancia, si era para un viaje corto se utilizaban los caballos o en su defecto si el viaje era largo se usaban las carretas.
Pero lo cierto es, que el transporte público, hace su aparición en el siglo XVII con las llamadas  carrozas de punto, que no eran propiamente un transporte urbano sino postas para el intercambio de caballos y vehículos en los viajes largos; y posteriormente las  casas de balancines, que funcionaban en recintos cerrados o solares repartidos en la ciudad.
TRANSPORTE EN LAS CIUDADES
Durante la época colonial, las ciudades eran pequeñas. Esto hace suponer que la gente no necesitaba medios de transporte. Sin embargo, pocas personas se veían de a pie. Muchas utilizaban los caballos, aún para los trayectos más cortos. A caballo iban los transeúntes, los vendedores ambulantes y hasta los mendigos.
La gente de alcurnia tenía carruajes que servían para trasladarlos tanto dentro de la ciudad como a los alrededores. La calesa o volanta era la más usada.
En la época del Virrey Vértiz apareció la litera o palanquín que era una silla cubierta llevada por dos o cuatro sirvientes. Se trataba de un medio de transporte propio de las mujeres
TRANSPORTE DE LARGA DISTANCIA
Para llevar cargas de una ciudad a otra se empleaban las carretas. Eran vehículos construidos de madera ensambladas y atadas con tientos de cuero crudo. No se empleaban clavos ni tornillos. Las ruedas con frecuencia tenían más de dos metros de diámetro para poder sortear todos los obstáculos del camino. La caja del vehículo estaba techada con paja o cuero, según los casos. Las carretas eran arrastradas por cuatro o seis yuntas de bueyes que dirigía el carretero, sentado en el yugo.
Las carretas, bien aprovisionadas de agua y de alimentos, marchaban en caravanas o tropas para defenderse mejor en caso de ataque.
Otra manera de trasladar mercadería era a lomo de mula. Las mulas, se usaban sobre todo, en las regiones montañosas. Servían para llevar o traer cargas de Chile y para acarreo del oro y de la plata de las minas de Alto Perú y Perú.
Además se conducían en mulas los productos que se trasladaban desde Cuyo a Buenos Aires. Excepto en el cruce de la cordillera, las mercaderías se colgaban a los lados, en barriles o canastos.
El transporte de pasajeros se realizó durante mucho tiempo en carreta. Los viajeros, simplemente, se agregaban en una tropa que iba hacia el lugar de su destino.
Los altos funcionarios del gobierno y las personas ricas usaban su propio coche de camino. También solía emplearse la misma volanta o calesa, arrastrada por cuatro caballos.
En el siglo XVIII (entre 1700 y 1800) apareció la galera o diligencia. Era un vehículo de cuatro ruedas tirado por varias yuntas de caballos. La conducían uno o más postillones, es decir, jinetes montados en los caballos del tiro.
Por supuesto, también podrían hacerse a caballo los viajes largos. Para ello se empleaba una tropilla. Así los animales, podían recorrer sin fatigas, distancias extraordinarias.
En 1817 se hizo en lima un censo de vehículos por Juan Manuel Cobo dando como resultado 828 calesas particulares y 185 carruajes destinados a paseos o transporte en la ciudad. Esto demostró que la acogida de estos medios de transporte llegados de España fue exitosa en la sociedad limeña, donde habitaban el mayor número de personas adineradas.
En 1821 debido al gran número de carruajes que existía en lima se promulgaron reglamentos sobre estos nuevos medios de transporte.   En los que quedaba prohibido que los caleseros o dueños de algún vehículo usaran animales enfermos o mal alimentados. Además decía que se debía pagar una multa por hacer trotar a las bestias de tiro por las calles de la ciudad, golpear a los animales o que el carretero sea menor de edad.
La correspondencia, por su parte, se confiaba a los encargados de las tropas y de las arrias, o a los conductores de las galeras. Si no debía fletarse un jinete especialmente. Sólo en 1948 se estableció un sistema regular de correos. Se instalaron entonces las postas donde los correos (o chasquis) y los viajeros podían detenerse a cambiar los caballos, comer o pasar la noche.
En conclusión, la llegada de los conquistadores al Perú fue importante para el desarrollo de un nuevo medio de transporte urbano, ya que antes la sociedad incaica se transportaba a pie por caminos de piedra construidos por ellos mismos. Esto beneficio a los conquistadores para estudiar mejor el país y así poder explotar sus riquezas.  Por otro lado, la introducción del caballo al Perú contribuyo no solo en el rápido transporte de la personas, sino también  en el comercio como medio más eficaz de transportar mercancías a diversos lugares del país.


BIBLIOGRAFIA:
ASCHER, Ernesto (1961) Historia del pasado y observaciones del presente. Lima: El cóndor,  Vol. III
OVIEDO, Juan (1861) Colección de leyes, decretos y órdenes publicadas en el Perú desde el año de 1821 hasta 31 de diciembre de 1859. Lima: librería central portal de botoneros. Vol. IV
MORÁN, Luis (2007) Sociedad colonial y vida cotidiana en Lima a través de las páginas de el investigador. Lima: [s.n.]

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